La oficina puede ser el lugar perfecto para socializar y hacer nuevos amigos, siempre y cuando convivas con personas y en un ambiente con los que te identifiques. Pero puede pasar que en una oficina o compañía grande no tengas la oportunidad de conocer a todos tus colegas y acercarte a ellos, por lo que, probablemente no conozcas el lado más agradable de los demás, pues cada persona maneja el estrés, las responsabilidades y sus relaciones de forma diferente. Así que si tú tienes un compañero difícil aquí te diré cómo tratarlo:
- No te dejes influenciar: Si esta persona está todo el tiempo viendo el lado negativo de cada situación, no dejes que impacte en tu buena actitud. Trátalo con respeto pero no trates de argumentar con él/ella, pues generalmente es difícil que cambien su percepción y que acepten otras opiniones.
- Mantén una relación profesional: Dicen que lo cortés no quita lo valiente, así que por más que choques con esta persona, nunca dejes las muestras de cortesía a un lado. Siempre que llegues saluda (aunque no te respondan), cuando salgas despídete y deséale un buen descanso, y siempre pide las cosas por favor y da las gracias.
- Sonríe: Aunque sea una persona que vive frustrada y enojada todo el tiempo, si tú siempre le hablas y te diriges a él/ella con una sonrisa, eventualmente cambiará su actitud contigo y se mostrará un poco más accesible. Por eso es importante que no te predispongas y no le hables con malos modos, pues recuerda que todo lo que das regresa.
- Comunícate: Si esta persona es alguien con quien debes trabajar constantemente, entonces vale la pena que te armes de valor y enfrentes la situación. Dile cómo te sientes y si hay algo que puedas hacer para que mejore su relación, tal vez esa persona ni siquiera se ha dado cuenta de que su actitud no ha sido la mejor y lo ayudarás a hacerlo consciente y mejorar.
- No juzgues: Lo peor que puedes hacer es hablar mal o crtiicar, pues lo único que lograrás es hacer la relación más tensa predisponiéndote. Por eso es importante comunicarte y hacerle saber cómo te sientes o si hay algo en lo que lo puedas ayudar, pues nunca sabes por los problemas que pueda estar pasando o si hay algo más que lo haga estar actuando así.