Es sorprendente pensar que hace apenas un año o unos cuantos meses estabas aún estudiando y haciendo tus últimos trabajos de la carrera, listo para graduarte. Ahora estás por fin desempeñando tu profesión, eso por lo que tanto estudiaste y te esforzarte. Por lo general la primer experiencia laboral suele ser un poco difícil pues nos hacemos expectativas e ideas sobre el trabajo ideal o la empresa de nuestros sueños, pero después nos damos cuenta que en el mundo real no todo es color de rosa como pensábamos. Por eso aquí te daré algunos consejos para siempre tener una excelente imagen ante tu jefe y compañeros de trabajo:
- ¿Pregúntate por qué estás trabajando?: Aprende a reconocer tu motivador principal, eso que te mueve a estar ahí. Piensa que si lo haces por dinero puede que tu experiencia no sea precisamente la más enriquecedora pues solo estarás pensando que lo único valioso será la remuneración económica, y eso al final nunca terminará por llenarte completamente.
- Construye relaciones estrechas: No hay nada mejor que comenzar a formar relaciones de compañerismo y aliarte con gente en tu trabajo que te pueda dar confianza o te oriente para que des pasos con más seguridad dentro de tu área. Esto no solo te convendrá dentro de tu empresa, sino también para un futuro, pues uno de los factores más valiosos en la vida laboral son las relaciones.
- Sé agradecido con el proceso de aprendizaje: Lo que te mencionaba de pensar si tu motivación es el dinero tiene que ver con este punto. Hay cosas mucho más importantes como el aprendizaje, la mejor oportunidad que tienes para aprender realmente no es la escuela ni una maestría, ni siquiera un doctorado en la mejor escuela, sino la experiencia que te da poner en práctica tu profesión.
- Plantéate metas: Piensa qué es lo que te gustaría lograr con ese trabajo y en esa empresa. ¿Qué aspiraciones tienes? Todo eso puedes escribirlo y llevarlo en tu cartera para que no lo olvides y lo tengas siempre presente.