Ya sea por trabajo o por gusto, el celular se ha convertido en un artículo indispensable en el mundo de hoy. En la palma de nuestra mano llevamos la herramienta de comunicación e información más avanzada de la historia de la humanidad.
Sin embargo, su versatilidad se ha convertido en un arma de doble filo, pues nos aliena de las dinámicas sociales comunes, lo cual genera incomodidad y molestia en nuestros interlocutores.
Respetar el tiempo que dedicamos a las personas es un aspecto básico de la etiqueta. Para ello, sigue las siguientes recomendaciones sobre el uso del teléfono en reuniones de toda índole:
En el trabajo
De acuerdo a un estudio de la consultora PWC realizado en 2014, la delgada línea que divide el uso del teléfono con fines laborales y lúdicos tiene un impacto negativo en el desempeño laboral. Te recomendamos dedicarle un tiempo definido para las actividades como redes sociales, mensajería y juegos.
Al acudir a una junta, evita poner tu teléfono sobre la mesa, pues envías un mensaje equivocado a los asistentes al dar a entender que estarás consultándolo de manera constante. Si estás a la espera de una llamada o correo importante, comunícaselo a los asistentes antes del comienzo de la reunión.
En casa
Si has recibido comentarios de tus padres, pareja o hijos respecto al tiempo que pasas “pegado” a tu teléfono, es mejor que les hagas caso. Por trabajo o por diversión, el tempo que pasas en tu Smartphone es tiempo que le quitas a la convivencia con tu familia.
Es importante imponer reglas sobre el uso del teléfono en casa. Niños y adolescentes, que nacieron con estas tecnologías, encuentran más difícil el establecer límites por sí mismos. Reducir su uso contribuye positivamente a la comunicación familiar.
Y, por favor ¡No te duermas con el teléfono al lado! Aparte de estar asociado a trastornos del sueño, eliminas un importante momento del día con tu pareja.
En eventos sociales
Todos tenemos a ese amigo que, después de tiempo sin verle, llega a la reunión tan solo para pasar todo el tiempo pegado a la pantalla de su teléfono. A veces pareciera que las redes sociales han eliminado la capacidad de conversación “en vivo” de las personas.
Usa tu teléfono únicamente como cámara para captar los grandes momentos de la reunión. Si salen a algún restaurante o bar y encuentras de repente muchas cabezas agachadas en tu círculo, propón alguna dinámica que elimine los teléfonos de la charla. Si alguien se molesta por la propuesta, hazle ver de forma amable que los eventos sociales se hicieron para, precisamente, socializar.
Existen aplicaciones que te ayudarán a medir los tiempos que dedicas al uso del teléfono, por si quieres apoyarte de alguna herramienta para reducir tu consumo.
Recuerda: más allá de tu pantalla hay un mundo esperándote ¡No te olvides de él!